Actualizado el sábado, 13 julio, 2019
La celebración de Carnaval varía según las costumbres de cada región del país. Las más llamativas son las de Corrientes, Entre Ríos, Jujuy, Río en San Luis, Ciudad de Buenos Aires y Provincia de Buenos Aires. Veremos algunas características del Carnaval Argentino en cada región.
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Provincia de Corrientes
Aquí se dan el Candonva italiano, disfraces, desfiles, y fiestas en la calle, de manera muy similar a los mejor conocidos carnavales brasileños. Se realiza sobre todo en horario nocturno a lo largo de las calles destinadas a tal fin, o, en algunas ciudades, en las instalaciones específicas. Las comparsas participantes elaboran cada año un tema o argumento que desarrollan a través de las distintas secciones de la comparsa y en coreografías representativas. Los trajes típicos son trajes de fantasía cubiertos de piedras, lentejuelas, canutillos y plumas.
En la provincia de Corrientes la tradición de Carnaval se remonta al siglo XIX, antes de la Guerra de la Triple Alianza. Corrientes Capital homenajea a san Baltazar con música y baile. Comenzó a celebrarse el Carnaval en gran escala en la década de 1960. La influencia del Brasil es evidente en el diseño de trajes y la organización de los desfiles, moldeados al estilo de las escolas de zamba de ese país.
La ciudad de Corrientes es la Capital Nacional del Carnaval , los desfiles tienen lugar en el Corsódromo Nolo Alias, con capacidad para 30 mil personas. Este año los días 26 y 27 de enero y 2, 3, 9, 10, 11, 12, 16 y 17 de febrero. Y en el anfiteatro Cocomarola 31 de enero, 7 y 14 de febrero.
Este años se destacan las comparsas Ará Berá, Copacabana, Sapucay y Arandú Beleza. Las agrupaciones musicales Samba Total, Imperio Bahiano, Sambanda, Samba Show y Kamandukahia.
Las comparsas más grandes del país se encuentran allí, con más de mil integrantes, y este carnaval es considerado uno de los más lujosos del mundo. En la misma localidad también se realizan los denominados carnavales barriales que pretenden mantener vivo el espíritu original de la fiesta que se fue perdiendo tras la magnitud alcanzada por el carnaval tradicional.
Conocido como «La Cuna del Carnaval Argentino». Su carnaval también es conocido como el «Carnaval de Frontera y de la Integración» ya que la ciudad limita con la ciudad brasilera de Uruguayana. Paso de los Libres tiene un sambódromo propio para sus desfiles, y cerca del mismo, esta el Museo del Carnaval (Primer Museo del Carnaval en el Noreste argentino).
Las escuelas de samba que actualmente desfilan en el Sambódromo son: CSCD Carumbé (Fundada en 1948), ACSD Zum Zum (1955), Catamarca (1986), Imperatriz (1998), Asociación Tradición (2001), Armonía del Samba (2003), Renacer Libreño (2011) y Esplendor (2012), además de las infantiles: Zumzunitos (1955), Carumbecitos (1956) y Leoncitos de Tradición (2004). Algunas Escuelas de Samba extintas son: Kismet (del Club Atlético Guaraní), Pirulín (del Club Social y Deportivo Barraca), San Martín, Los Andes, Unidos del Yatay, entre otras.
Se destaca por sus carnavales y es llamada «Capital del Carnaval Artesanal». En la década de 1950 comenzó a practicarse en la antigua Plaza 9 de Julio: se practicaba desde las 16:00 hasta las 19:00 horas, estaba prohibido jugar con agua y sólo podía jugarse con papel picado.
En 1962 se trasladó a la avenida principal Alvear (actual Avenida Eva Duarte de Perón), reservando tres cuadras entre las calles Perello y España y se dejó sin efecto la prohibición de jugar con agua. El aumento del tamaño de las carrozas obligó a elevar los cables, empezaron a surgir inconvenientes con los vecinos por las molestias que ocasionaba y pronto el escenario resultó chico ante la elevada concurrencia.
En el 2000 se trasladó nuevamente, esta vez al corsódromo «Ayala» en la calle Juan Pujol. En el 2008 las quejas de los vecinos impulsaron la creación del corsódromo «Pasos de los Higos», capaz de albergar 25000 personas. Inaugurado en el 2009, consta de 24 cantinas de las cuales 19 tienen tribunas, un palco oficial, 4 grupos sanitarios, 15 baños químicos y una boletería.
Actualmente la ciudad cuenta con comparsas, 8 mayores y 3 menores. Las primeras son la Comparsa Orfeo (1961), Carun Bera (1974), Shangay (1960), Juventud (2013) e Ilusión (2014), y las menores, Orfeito, Carunberacito, Grupo Alegría.
Además de los festejos de las cinco noches de carnaval se realizan el «Show de Reinas y Destaques», el «Show de escuela de Samba» , el «Corso Infantil» y el «Show de Luna Llena», que se realiza en el corsódromo o en el anfiteatro a orillas del río Uruguay y donde actúan bandas regionales o artistas nacionales. En la última noche de carnaval desfilan Conjuntos Musicales como La Mosca, Los Sultanes, Amboe, Media Luna, Grupo Demonio, etc.
Una de las celebraciones más grandes en las ciudades de Concordia, Gualeguay, Victoria y Concepción del Uruguay, pero siendo el carnaval más importante de la provincia el de la ciudad de Gualeguaychú.
El límite máximo al número de integrantes por comparsa varía de un año a otro pero se sitúa siempre en torno a los 300 bailarines y un tope de cuatro carrozas, tres aderezos y un destaque. Estas limitaciones han sido establecida por razones reglamentarias. Además, cuentan cada una con al menos un traje fantasía y compiten por tener la mejor batucada (Orquesta de percusión al estilo brasilero) y pasista (Bailarina principal que baila frente a la batucada)
Es un gran atractivo turístico, y las diferentes comparsas compiten entre sí para ser elegidas ganadoras por el jurado que evalúa diferentes aspectos de su organización. Los rubros que el jurado evalúa son carrozas (alusividad al tema, proporciones, formas, color, iluminación, construcción y terminación), vestuario (diseño, confección y fidelidad al tema), música (letra, melodía, canto, ejecución) y desplazamiento y alegría carnavalesca (espíritu carnavalesco y expresividad corporal).
Éste carnaval destaca de los demás del país por poseer las carrozas más grandes y elaboradas, las cuales alcanzan los 12 metros de largo por 12 de alto. Esto se debe a que en Gualeguaychú también se desarrolla la Fiesta Nacional del Desfile de Carrozas Estudiantiles, lo que desde el año 1959 ha creado una «escuela» de carroceros.
Para ver la información completa con sus fechas puedes ingresar en: www.welcomeargentina.com
Terror do corso
Las noches de carnaval de la ciudad de Victoria cobran un singular colorido gracias a la multitud que forma la comparsa Terror do Corso, que en 1967 comenzó como una comparsa musical de sólo catorce integrantes y no ha parado de crecer hasta hoy en día reuniendo a más de diez mil almas por noche que, disfrazadas de cualquier cosa, van tocando el ritmo que denominaron «el sonido inconfundible».
A diferencia de las demás expresiones del carnaval de Victoria, Terror do Corso en su afán de dejar en claro que el carnaval es una celebración popular y que por tanto debe ser libre y gratuita, en lugar de iniciar el recorrido en el circuito o corsódromo, de la mano de varios de sus fundadores, sale a las diez de la noche a dar vueltas por las calles de la ciudad sumando gente para llegar al corsódromo cuando el corso oficial, muchas veces, ya ha culminado.
Los carnavales de San Salvador, conservan una tradición de casi un siglo, que los convierten en un espectáculo único en el país. La simulación de un encierro de toros es el evento más popular del carnaval san salvadoreño, en la que participan miles de personas y se realiza durante la «Tradicionales Noches de Encierro de Carnaval», coincidentes con los feriados de Carnaval.
Los carnavales del Noroeste argentino son marcadamente diferentes de los celebrados en otras regiones del país. En la Provincia de Jujuy se celebran especialmente en la Quebrada de Humahuaca aunque se celebran en toda esa provincia.
Los hitos más importantes dentro de las ceremonias de carnaval son el desentierro y el entierro del diablo de carnaval o Pujllay. Éste está representado por un muñeco que simboliza la liberación de los deseos reprimidos. Es por tanto una especie de dios de la celebración y la lujuria. Durante el carnaval todos pueden ser «Pujllay» (que significa «juego, baile o alegría»).
Una semana antes al carnaval comienzan a desarrollarse carnavalitos y bailecitos, en donde se bailan danzas tradicionales. Durante la celebración del carnaval grande los participantes acompañan a las comparsas y se congregan en los alrededores de los pueblo para llevar a cabo la ceremonia de «desentierro del carnaval» y finalmente, una semana después, el «carnaval chico»(el entierro).
Las comparsas y participantes se reúnen alrededor de mojones de piedra, generalmente ubicados en las afueras de la ciudad y se procede a desenterrar al Diablo Carnavalero que simboliza al rojo sol, que según la creencia es quien fecunda a la Pacha Mama (madre tierra), dando origen a las semillas, raíces, troncos, follajes y frutos de la región.
Los diablos aparecen antes del comienzo de la ceremonia. Una vez finalizada la ceremonia todos bajan cantando canciones y se tiran agua, harina, talco y serpentinas. Luego van por las casas cantando coplas.
El Carnaval de Río de Janeiro en San Luis surgió con la intención de mostrar el Carnaval Carioca en Argentina. El Carnaval de Río en San Luis tiene su comienzo en 2010, cuando sambistas de diversas escuelas de samba cariocas viajaron en bus hasta el Provincia argentina de San Luis, donde hizo historia la asociación de Ani7-GangaZumba, junto con el Gobierno de la Provincia, contando las dos escuelas: A y B, con componentes de las escuelas de samba de Río de Janeiro, Brasil.
En el año 2012, San Luis comenzó a tomar su primera escuela de samba. Sierras del Carnaval, donde la confección de su primer desfile fue hecho por la gente de AMEBRAS, el cual tiene una cabaña donde se imparte en talles, todo el Carnaval de Brasil para los puntanos. Por otra parte, en contexto, las lecciones de la samba y la batería. en este desfile. El Carnaval de Río en San Luis es generalmente celebrado a la vera del lago del Potrero de los Funes en la Provincia de San Luis.
El gobierno de la provincia de San Luis, en su afán de incrementar la participación de nuestra comunidad en el Carnaval de Río en San Luis, crea la «Escuela de Samba Sierras del Carnaval», una escuela de samba (en portugués Scola do Samba) es una asociación de tipo popular que se caracteriza por la práctica del canto y el baile de la samba carioca, que son el alma de la fiesta del carnaval más reconocido mundialmente. En la Escuela de Samba Sierras del Carnaval, la currícula será más extensa y pluritemática, además del canto y baile desde sus aulas se prevé la capacitación teórica-práctica de confección de trajes, fantasías, calzados, maquillaje artístico, percusión, diseños, realización de carrozas alegóricas y dramatización. La amplia currícula abarca la posibilidad de integrar varios talleres para distintas edades en las que pueden participar niños, jóvenes y adultos: taller de samba, taller de percusión, taller de artesanías, taller de bahianas, taller de costura y ornamentación. Todos estos talleres tienen como propósito fundamental capacitar y potenciar a los participantes que posteriormente integrarán las comparsas de la provincia de San Luis.
El carnaval comenzó a celebrarse a partir del 1600, mezcla de legado español y el candombe bailado por los esclavos negros.
Los bailes de carnaval se comenzaron a realizar en locales cerrados a partir del año 1771. Al principio eran organizados en casas particulares y luego se trasladaron a los clubes barriales. En época del Brigadier Rosas tuvo importante auge: Vicente Fidel López da cuenta de la celebración del 25 de mayo de 1836 en Plaza de la Victoria (que actualmente forma parte de la Plaza de Mayo) con la participación de 6000 negros dando lugar a una reunión de indescriptible colorido y desbordante entusiasmo.
A las fiestas de candombe concurrian la hija de Juan Manuel de Rosas: Manuelita Rosas, y la madre de ésta y esposa de Juan Manuel, doña Encarnación Ezcurra y el propio gobernador Rosas.
En 1858 aparece la primera comparsa, en 1867 el viajeron gascón Henry Armaignac es uno de los testigos que consideraron que los carnavales argentinos eran en su época los más festivos del mundo recordando que las mujeres arrojaban huevos rellenos con agua a los hombres y se usaban pomos de plomo para mojar con agua muchas veces perfumada. En 1869 se realiza el primer corso, con la participación de máscaras y comparsas. Al año siguiente, se incorporan carruajes (carrozas) y luego ya a fines de siglo XIX surgen la murga generalmente integrando parte del corso.
Entre finales del siglo XIX y las primeras décadas de 1900, los corsos alcanzaron su máxima popularidad, pero a partir de 1915 las comparsas comenzaron a desaparecer, y surgen las murgas, con características diferenciadas en el tipo de música y formas de manifestación, siendo más grotescas y picarescas.
En Argentina han existido disfraces tradicionales: el payaso, el «indio», el «oso Carolina», los «esqueletos» etc. Los murgueros suelen danzar con un traje que caricarituriza a los antiguos trajes de etiqueta (por ejemplo fracs) con «galeras» (chisteras) enormes y de abigarrados y alegres colores. Entre las clases altas y medias hasta los 1960 eran comunes las mascaradas de tipo veneciano con antifaces plateados o dorados y disfraces tradicionales como el de Colombina y Arlequín.
Hasta fines de los 1960 los carnavales en Argentina eran sexualmente recatados aunque muy divertidos (no existían prácticamente hechos de violencia) y, en la Ciudad de Buenos Aires eran célebres los corsos (desfiles de carnaval) con lujosas carrozas recorriendo la Avenida de Mayo o las principales avenidas del barrio de Flores bajo lluvias de papel picado de muchos colores, confetti y serpentinas al son de pitos (silbatos), cornetas y matracas; con estos carnavales porteños competían los corsos de la Ciudad de Córdoba que tenían por epicentro al Parque Sarmiento. Estos carnavales tenían principalmente influjos europeos y, de tales influjos europeos, principalmente influjos españoles e italianos.
Pese a que tras los 1960 la actividad de carnestolendas se vio muy reducida en Argentina, las murgas y agrupaciones artísticas participan en corsos itinerantes por los diferentes barrios de la ciudad durante todos los fines de semana del mes de febrero. En 1997 la legislatura de la ciudad de Buenos Aires los declaró Patrimonio Cultural de la Ciudad.
Algunas de las principales murgas son: «La Gloriosa de Boedo», «Los auténticos rayados de Lugano» (Villa Lugano), «Fantasía Arrabalera», «Los Mocosos de Liniers», «Los Reyes del Movimiento de Saavedra», «Los Cometas de Boedo», Los Dandys de Boedo 1956 (la más antigua del barrio de Boedo), «Los Viciosos de Almagro», «De Paso Cañazo», «Los Pibes de Don Bosco» (Primera murga Salesiana del mundo), «Los Linyeras de la Boca», «Herederos de Palermo», «Los Amantes de la Boca», «Los Chiflados de Almagro», «Los Preferidos de Villa Urquiza», «Los Endiablados de Villa Ortúzar», «Los Plebeyos de Villa Devoto», «Los Estrellados Porteños» de Mataderos (2000-2014) y muchas otras.
En los listados oficiales figuran en estos momentos más de 130 murgas, contando las dos tipos de murga: «centro murga» y «agrupación murguera», y hay muchas más intentando entrar al circuito de corsos participando en los concursos de precarnaval.
También existe un circuito alternativo de carnaval, integrado por murgas que prefieren la autogestión de sus carnavales, sin reglamentación del Gobierno.
Entre ellas: «Trotamundos en Discordia Murga de Monte Chingolo», » Los Piantados, de Paso del Rey», «Firuletes de Pompeya» (Merlo), Espíritu Cascabelero de Lanús; Los Juglares, de Wilde; Cachengue y Sudor, de Caballito; Los Guardianes de Mugica, de la Villa 31; Los Pegotes, de Florida; Mala Yunta, de Floresta; Despilfarrados, de Colegiales; Los Que Nunca Callarán, De Colegiales; «Los Reventados del Ritmo» de Necochea; «Dementes Libres» de Mar del Plata; Alquimia de Carnaval; Resakados del Trueno de San Miguel, y muchas otras.
Este espacio es auto-gestionado por los propios murgueros, manteniendo los ideales de murga -sin aportes gubernamentales-, donde estas juegan un papel de integración sociocultural y crítico con relación al gobierno de turno. Se autodenominan “murgas independientes”.
Una práctica común en tiempo de carnaval es jugar con agua. En el siglo XIX era costumbre rellenar huevos con agua para después lanzarlos. Las familias de clases más acomodadas compraban huevos de ñandú para tal fin. También se llenaban con agua de Colonia. Otros objetos utilizados para lanzar agua eran bolsas de papel, pomos, baldes o jarros. En estos juegos participaban tanto grandes como chicos. En la actualidad, los niños son quienes juegan con agua entre sí durante el día por las calles de los barrios, llenando pequeños globos con agua tales globos llenos con agua son llamadas bombuchas o bombitas de agua; también, desde fines de los 1960, se vende «espumas de carnaval» o nieves de carnaval (en aerosol) como diversión.
Lincoln
Es el verdadero símbolo de una tradición que se inició en el año 1928, cuando el profesor Enrique Alejandro Urcola incorporó métodos utilizados en el Taller de Escenografía del Teatro Colón -donde trabajó-, modelando las figuras con la superposición de trozos de papel engrudado, técnica que se conoce con la palabra de idioma italiano “cartapesta”. Ese año Urcola confeccionó una carroza con movimiento llamada “Peliculeros”, dando origen a lo que es hoy el principal atractivo del carnaval: las figuras mecánicas.
En los siguientes años, realizó una pareja de abuelos que giraban la cabeza y movían los ojos, mientras se hamacaba en un sube y baja . Posteriormente, creó el vehículo manomóvil con “Trifón y Sisebuta” , personajes de la historieta de George McManus.
A partir de allí, los artesanos -incentivados por Urcola- fueron superando en cada una de las ediciones del carnaval su creatividad no solo por los personajes elegidos, sino también por el material y las técnicas de realización. De este modo, surgieron otros motivos, tales como las minicarrozas y las máscaras sueltas.
Pero a las carrozas, que son el atractivo principal, se sumaron otros afluentes que vinieron a completar la gran fiesta: las escuelas de samba, las atracciones mecánicas, las batucadas, los cuerpos de baile, las bastoneras y las reinas. Todos estos ingredientes, que ya tienen una larga tradición, representan verdaderas expresiones de la creatividad popular, que marcan la identidad del carnaval linqueño.
Esta información fue tomada de Wikipedia bajo el tema: