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¿Qué significa elegir? Elegir es sinónimo de seleccionar, escoger. Esto conlleva la tarea de decidir entre dos o más opciones. El asunto es que no siempre elegimos lo que es bueno para nosotros, sino elegimos lo que deseamos. Hacemos elecciones erróneas. ¿Por qué nos pasa eso?
No hay una sola respuesta. El factor común a las múltiples respuestas es la responsabilidad que tomamos ante la elección de nuestra propia vida olvidándonos del propio derecho a elegir por resultarnos más cómodo dejar la elección al azar porque no somos capaces de hacerlo nosotros mismos.
Esto va ligado a distintos conceptos de los que no siempre somos conscientes.
- Conformismo. A veces nos conformamos para no adquirir responsabilidades sobre nuestro propio bienestar.
- Influencia social. Dejamos de lado nuestras necesidades para satisfacer a los demás.
- Miedos y frustraciones. Aquí se generan las dudas de enfrentarse a lo desconocido.
- Ilusiones. Tener la esperanza de… aunque esto no sea un hecho muy factible.
- Elección de la felicidad. A veces optamos por la felicidad a corto plazo desechando la felicidad que implicaría lograr lo propuesto aunque sea a largo plazo.
Todos estos factores están englobados dentro de la responsabilidad para con uno mismo. Algo que nos cuesta aceptar porque implica esfuerzo y supone ser conscientes de nuestra realidad, pelear con nuestros miedos o ser aceptados por los demás, tal cual somos.
Y nos olvidamos de nuestro derecho a elegir y el propósito de buscar nuestra propia felicidad.
¿Por qué hacemos lo contrario a lo que deseamos?
Seguramente porque nos falta fuerza y convencimiento en ese deseo. La duda entre lo que debería, lo que espero, lo que temo, el esfuerzo, desestimar las oportunidades, ser dueños de nuestras elecciones y no temer a sentirnos bien por ellas, etc.
“Si buscas resultados distintos no hagas siempre lo mismo”. Albert Einstein
¿Aceptar o conformarse?
Existe una diferencia importante entre aceptar algo y conformarse con algo.
Aceptar una situación
Se refiere al hecho de que es necesario ser consciente de que algo se está manifestando en tu vida. Aceptar es el mejor camino para desarrollar, de forma positiva, lo que está sucediendo a tu alrededor.
Cuando aceptas algo te permites profundizar en ello y te das la oportunidad de cambiarlo, mejorarlo o simplemente aprender a sobrellevarlo, buscando siempre la manera de evitar conflictuarte con esa situación para que tu bienestar general no se vea dañado.
Es muy importante y necesario aprender a aceptar a las personas con sus propias formas de ser, que no siempre serán iguales a las nuestras.
Aprender a aceptar la propia vida, el trabajo, la pareja, los hijos, el hogar, lo que poseemos, la salud, los pensamientos, los errores y las victorias.
En definitiva, debemos aceptar quiénes somos, amándonos tal cual somos porque así podremos colaborar con nuestro propio crecimiento dado que mientras más nos conozcamos, más podremos conectar con lo que deseamos y con las oportunidades que nos presenta la vida.
Cuando finalmente nos aceptamos, estamos capacitados para diferenciar lo que nos gusta de lo que no nos gusta, lo que deseamos de lo que no deseamos y lo que realmente nos hace felices. Es como si dejáramos de luchar contra nosotros mismos y con la vida.
Conformarse con algo o elegir
Conformarse, en cambio, significa rendirse sin haber intentado solucionar algo. Es resistirse contra lo que en realidad somos y victimizarse al punto de no poder reconocer las soluciones que pueden aparecer cuando surge un problema, y no tener en cuenta que podemos ser capaces de elegir nuestra propia vida. En definitiva es no querer avanzar.
Obviamente, es más cómodo elegir conformarse y echarle la culpa de tus desgracias a los demás. Pero así como puedes elegir una vida mediocre también puedes conectarte con lo mejor de ti y crear la vida que realmente deseas.
Cuando eliges conformarte con algo, tu mente se cierra y no te deja ver las distintas posibilidades que tienes para cambiar y te pones en una situación que no te permite relajarte.
Cuando te apegas a la idea de que algo tiene que suceder como tú lo deseas (aunque no siempre es bueno para ti), esto te lleva a conformarte y no buscas superarte.
Mantener viva la esperanza
Si perdemos la esperanza perdemos la oportunidad de vivir lo mejor de nuestra vida. En cambio, si mantenemos viva la esperanza de que todo va a salir de la mejor manera, esto nos llena de alegría y esa alegría hace que se eleve nuestra vibración energética para que las soluciones empiecen a llegar a tu vida.
Recuerda que todo lo que sucede a tu alrededor siempre es tu decisión y tu responsabilidad. Crear tu vida es tu principal tarea y dependiendo de lo que tú decidas, las situaciones que deseas aparecerán para hacer realidad lo que has decidido.
Creer es crear, todo depende de ti.
No busques culpables… ¡busca soluciones!
Qué bueno que lo hayas entendido así, Norma. Para mí es un gusto haber podido transmitirte este mensaje. ¡Gracias! 😘
Les agradezco este hermoso artículo que nos sacude, reforzando la idea de que sólo nosotros podemos trabajar por la vida que deseamos .