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- Ser papás es uno de los momentos más felices de nuestra vida, el amor por los hijos nos enseña a dejar de pensar en nosotros para pensar en un nuevo ser. Cuando los hijos se convierten en adultos, debemos comprender que son ellos los que van a vivir este mismo proceso. Ya que tendrán sus hijos y sus prioridades cambiarán de lugar. Como abuelos nos tocará acompañar a los hijos en la crianza de los nietos, pero desde nuestro lugar.
- La tarea no parece ser sencilla, ya que hay emociones y sentimientos que no nos permiten ver determinados límites con claridad.
- Ubicando el papel de abuelo
Ser papás es uno de los momentos más felices de nuestra vida, el amor por los hijos nos enseña a dejar de pensar en nosotros para pensar en un nuevo ser. Cuando los hijos se convierten en adultos, debemos comprender que son ellos los que van a vivir este mismo proceso. Ya que tendrán sus hijos y sus prioridades cambiarán de lugar. Como abuelos nos tocará acompañar a los hijos en la crianza de los nietos, pero desde nuestro lugar.
¿Somos capaces de delimitar ese lugar que nos corresponde?
¿Comprendemos que nuestro rol de abuelos no es el de ser padres sustitutos o guardianes de nuestros nietos?
La tarea no parece ser sencilla, ya que hay emociones y sentimientos que no nos permiten ver determinados límites con claridad.
Comencemos por entender que ya no somos padres que educamos, criamos o sostenemos a quien un día si nos tocó hacerlo, nuestro hijo. Ahora corresponde a quien, de alguna manera, decidió ser papá.
Comprendamos que la crianza tiene pautas y los papás son los encargados de establecerlas. Serán quienes marquen aspectos fundamentales en la vida de sus hijos. Como es el caso de su enseñanza formal, su alimentación, sus actividades, entre otros.
Esto no quita que los abuelos puedan acompañar los hijos en la crianza de los nietos. Es más, sabemos que disfrutarán mucho de hacerlo, y los hijos sentirán alivio en sus consejos y guía. Pero cada uno debe cumplir su función sabiendo cual es su lugar.
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Ubicando el papel de abuelo
Los abuelos deben ser parte de las instancias recreativas de sus nietos. El rol del abuelo es ser cariñoso, afectuoso y cercano a su nieto. No cumplir la tarea de cuidadores o de padres sustitutos. Aunque en cierta forma los abuelos influyen en la crianza y la educación de sus nietos, lo que es muy beneficioso.
Pero también es necesario tener en cuenta que como abuelos tenemos aspiraciones y capacidades. Por eso el encargarnos de los nietos es una actividad placentera y no una carga.
Puede que te resulte difícil marcar este límite ya que al ocuparse durante tanto tiempo de una familia y de todas sus actividades, veas el cuidado de los nietos como una prolongación más de tu actividad.
Esfuérzate por hacer que el cuidado de los nietos sea voluntario, dedicarles el tiempo que quieras, y que esté dentro de tus posibilidades para que no te sientas sobrepasado.
Disfruta de acompañar a los hijos en la crianza
La clave está en que puedas disfrutar de esta etapa como abuelo para que te puedas convertir en la mejor guía para tus hijos. Por más independientes que sean continúan necesitando de tu consejo. Para esto te damos algunas recomendaciones.
- No te sobrecargues con el cuidado diario, marca días de visita si es que necesitas organizarte. Si los papás solicitan tu ayuda en cuanto al cuidado de tu nieto, que estén establecidos los horarios.
- Ten la libertad de cuidarlos cuando quieras, para que puedas valorar el tiempo con ellos y que no te sea impuesto como una obligación.
- Complementa las normas dictadas por los padres, respetando siempre su posición. Haciendo saber a los nietos que esto es así. Mantén una comunicación con tus hijos sobre que se puede y que no.
- Expresa lo que sientes, sin culpa. Ser abuelo es otra etapa, la de ser papá pasó. Si solicitan tu ayuda, y un día no puedes: hazle saber que no puedes.
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