Hoy no me levanto

¿Te ha pasado alguna vez sentir que no tiene deseos de levantarte?

Corres la cortina y empiezas a pensar ¿para qué?

El dia esta lindo pero ¿para qué?

No tengo ninguna enfermedad pero ¿para qué?

 

Y allí empieza la retrospectiva y piensas:

-“estaba deseando jubilarme”

-“aquellos días en que madrugaba y tenía que soportar el interminable horario pero había una familia que atender”.

O tenias el deber de atender a los hijos, madrugar para que tuvieran un desayuno apropiado, llevarlos a primaria, luego secundaria. Y después cualquier cosa que se les ocurriera estudiar: guitarra, ballet, fútbol o lo que fuera. Lo cierto es que la vida estaba hipotecada.

 

Cuando a última hora del domingo pasaba que decían los chicos: «uyyy me olvide que tenia que hacer una maqueta de una célula, si una donde se represente el núcleo y todas sus partes». Y con santa paciencia lo ayudabas. “Pobre chico no se va a sacar una mala nota… es su futuro”.

 

No sabías de donde sacabas energía, pero lo cierto es que disfrutabas cumpliendo con lo que consideras un deber. Y cuanto amor se le ponía. Pero a la vez también hacías planes para cuando ya no tuviéras esas responsabilidades y fueras dueño de tu tiempo, ¡cuántas cosas planeamos!

 

Pero ¿que pasó?

La verdad es que la vida es lo que pasa con el tiempo , te acostumbras a los horarios las responsabilidades los deberes y hoy cuando tienes el tiempo y las energías no sabes qué hacer.

 

Bueno si todavía tienes relativa salud, recuerda que lo más importante es vivir, pero no vivir de cualquier manera. Como canta el tango de Eladia Blázquez: “no es lo mismo que vivir, que honrar la vida”

 

Honrar la vida es entender que esta es un don, y que todos estamos aquí con un propósito y no solo vives en virtud de los demás, también eres importantes. La forma como te tratas a ti mismo es una muestra de la autoestima que tienes. Por eso levántate. 

 

La próxima vez que no sientas deseos de salir de tu cama piensa:

  • La vida es hoy, y merece ser vivida.
  • Todas esas cosas, a las que algún día renunciaste, pueden ser realidad de una manera o de otra, tu puedes.
  • Las mismas cosas que algún día hiciste por otros hoy debes hacerlas por ti mismo.

 

Las personas que nos quieren se alegraran por esto, de este modo todo el esfuerzo hecho valdrá la pena. Al tener esta actitud positiva el levantarte no será un problema. Luego mimarte con un buen desayuno y así comienza un gran día.

 

Saber qué estas cosas pasan a todos al llegar a cierta edad también ayuda, ya que nos hace parte de algo hermoso, la edad adulta. Puedes estar satisfecho de haber cumplido muchas metas. Y recuerda que aquí no termina nada sino que comienza la verdadera vida, la que vives en virtud de ti mismo.

Levántate: “no es lo mismo vivir, que honrar la vida”

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