Actualizado el miércoles, 13 diciembre, 2017

Después de tres días de búsqueda desesperada bajo los escombros y sin novedad sobre la niña, se difundió la noticia de que Frida Sofía, por la que todo el país rezaba no existía. Mentira urdida por los medios y las autoridades, psicosis colectiva o “rumor visionario” para soportar la tragedia.

 

Durante tres días la sociedad mexicana estuvo en vilo conmovida por el rescate de niños en un colegio del Distrito Federal.
Por esas horas equipos especializados en rescates anunciaron que habían detectado el cuerpo con vida de una nena llamada “Frida” en el Colegio Enrique Rébsamen, donde decenas de chicos y adultos continuaban sepultados bajo los escombros.
Con renovada esperanza, rescatistas y voluntarios siguieron trabajando sin pausa para “rescatarla”. Al pasar el tiempo empezó a aflorar una versión asombrosa: la niña no existía, confirmaron las autoridades.

 

¿Qué había sucedido durante las primeras horas pos terremoto?

A 36 horas del terremoto, en una vigilia transmitida por televisión, los rescatistas se esforzaban en la oscuridad y bajo la lluvia, para tratar de sacar los inestables restos para poder rescatar a Frida.
Los rescatistas están a solo metros de llegar a los niños, pero los escombros son inestables dijo Vladimir Navarro, un rescatistas que pasó toda la noche trabajando. Ya han hecho contacto señaló. La imagen de sus dedos moviéndose a primera hora del miércoles, se convirtió en un símbolo de esperanza que llevo a miles de profesionales y voluntarios a trabajar frenéticamente en docenas de edificios colapsados.
Los trabajadores luchaban para llegar a la menor llamada por los medios: Frida Sofía; esta identidad no ha sido confirmada; un rescatistas afirmó que pudo escuchar que ella repetía su nombre “Sofi, Sofi” pero no ofreció más detalles.
El médico Alfredo Vega,  que trabaja con los rescatistas dijo que la niña identificada solo como “Frida Sofía» había sido localizada con vida bajo la loza del piso.

Héctor Méndez, uno de los líderes de los rescatistas conocidos como Topos, dijo que las cámaras que metieron entre los restos, sugieren que podría haber cuatro personas en el interior, pero no está claro si hay más sobrevivientes además de la pequeña.

La niña habría dicho que hay otros cinco niños con vida a su alrededor,  mientras los scanners térmicos habrían detectado al menos tres personas con vida.

El Secretario de Educación, Aurelio Nuño, confirmó que la estudiante estaba viva,  pero no pudo asegurar el estado de otros menores, extrañamente no pudieron hallar familiares de la niña, afirmó Nuño.

¿Rumor o invención?

Finalmente cuando el espejismo se disipó, algunos dijeron que fue una mentira o un error en la comunicación, otros que un rumor o invención y hasta se llegó a decir alucinación; se habló de fantasía, fantasma y mito.

 

Frida es una proyección de contenidos inconscientes de la psique colectiva que aflora cuando las tensiones se tornan casi insoportables para la consciencia. A horas del terremoto que derrumbó 50 edificios; del simulacro en conmemoración del sismo de 1985 y las 10 mil victimas fatales; a una semana del paso por la zona de 2 huracanes y con la ingente amenaza de entrada en actividad del volcán Popocatpetl; la angustia del pueblo mexicano estaba al límite.

 

Consciencia e inconsciente tienen una relación compensatoria y complementaria que regula el equilibrio psíquico, en medio de la tragedia entró en juego el inconsciente colectivo creando imágenes arquetípicas (rumor visionario) para volver al equilibrio las mentes de las personas expuestas a máximas tensiones y esfuerzos sostenidos.

 

¿Qué provoca este tipo de eventos?

El estrés, la falta de sueño, el temor, la cercanía de la muerte, la visión de tantos cadáveres, el riesgo de una replica o el colapso de edificios ya dañados, todo preparó el terreno propicio para que se produzca el “rumor visionario”.

 

Según Carl Jung, en una catástrofe no es infrecuente la aparición del rumor visionario que necesita de condiciones previas como un suceso extraordinario, no usual (a diferencia del rumor corriente y habitual), lo cual estaría indicando que proviene de fuentes profundas de la psiquis colectiva.

 

Sometida a presiones y tensiones de tanta magnitud, la psiquis se disocia y como mecanismo de defensa se activan patrones instintivos arcaicos (arquetipos) que producen la emergencia de imágenes y símbolos que median para que se pueda seguir adelante sin colapsar; para que lo impensable se haga tolerable.

 

Frida Sofía, su simbolísmo

El trauma, cuando es tan grande, nos deja más allá de las palabras y solo el símbolo puede rescatarnos, recordemos aquello de “una imagen vale más que mil palabras”

 

Este fenómeno de la visión ya se había producido en el terremoto del ’85 con el niño Monchito de 9 años, que al igual que Frida, nunca existió pero que mantuvo en alto la esperanza y dio fuerzas a los rescatistas para que no dejaran de buscar victimas atrapadas durante días. Después se hablo de “psicosis colectiva” y nene fantasma.

 

Esta imagen del arquetipo del ánima colectiva se apoderó de las mentes de este pueblo llevado al límite de su resistencia; Tenían que echar mano a algo que los sostuviese más allá de sus fuerzas y a pesar del cansancio debían seguir porque las posibilidades de encontrar gente con vida no van más allá de las 72 horas.

 

Estos símbolos son necesarios para elaborar el dolor extremo y sobrellevar los duelos colectivos.

Con menos intensidad es similar a cuando acaece la muerte repentina e inexplicable de un ídolo popular; cuando muere una figura publica muy querida puede aparecer el “rumor visionario” y muchas personas aseguran haberlo visto con vida en algún lugar; pasó con Carlos Gardel y con Elvis.

 

El símbolo de la niña que sobrevive mas allá de toda esperanza, ayudó no solo al pueblo azteca, sino a millones de personas que al rezar por ella, sentían que estaban haciendo algo para aliviar la tragedia; esto explica la facilidad y rapidez con que la existencia de Frida fue aceptada.

 

Frente a tanta muerte y desolación surge una imagen de vida; una adolescente de 12 años que emerge bajo los escombros y contra todos los pronósticos, está viva, su nombre etimológicamente significa “la que trae la paz” y particularmente para los mexicanos Frida (Kaló) es la joven valiente que transformó el dolor y la tragedia en resistencia, arte e inspiración.

 

Frida Sofía como personaje imaginario es irreal, pero es real en la medida en que produce efectos.

 

Frida Sofía no fue una mentira pergeñada por los medios o las autoridades sino un producto espontáneo del inconsciente colectivo mexicano amenazado por una enorme tragedia.

 

Pistis Sophia es la imagen universal del “ánima mundi” tiene muchos aspectos y nombres; es la madre de todos, la mediadora entre los dos mundos, la mensajera de los dioses, la que sana y consuela.

 

El alma, como toda criatura sutil, no puede permanecer mucho tiempo alejada de su fuente espiritual, por eso permanece brevemente entre nosotros, ella como la Reina de las Nieves “apenas toca el suelo vuelve a ascender” y fue así que Frida Sofía, cuando habían pasado las 72 horas, se disipó sin dejar huella, porque su misión de proteger la vida estaba cumplida.

 

LA APARICION DE FRIDA SOFIA
Lic. Susana Godoy

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